Es una comedia que resulta divertida para disfrutar mientras se está bajo los efectos de alguna sustancia, a pesar de abordar dilemas filosóficos y contar con elementos de ciencia ficción.
Una biografía deportiva que cumple con las expectativas. Es clara, carece de sorpresas y motiva a las futuras generaciones a ser perseverantes en la búsqueda de sus sueños.
El guion de Iliff y la dirección de Hughes no ofrecen elementos novedosos, sin embargo, brindan a los actores la libertad para presentar un desempeño que realmente atrapa nuestra atención.
Este viaje a través del drama, el thriller y el horror te mantendrá hipnotizado. Una vez que comience la devastadora orgía de acontecimientos, no podrás apartar la vista de la pantalla, preguntándote si aún hay algo de civilización que salvar.
Hirsch y Dern ofrecen actuaciones sólidas en roles que resultan más complejos de lo que aparentan, mientras que Kolker brilla con una interpretación excepcional.
Una potente recompensa. Las suposiciones se confirman, se subvierten y se confunden para que la verdad aterrice con impacto, independientemente de lo que hayas averiguado y de cuándo.