Puede parecer tediosa y exagerada, pero con el tiempo notará cómo influye en su interior de una manera inesperada. Le dejo dos consejos: no se la pierda y tenga cuidado al a recomendarla.
El resultado es un castillo de cartón más, donde no faltan las sentencias huecas, aunque sus bellas escenas submarinas hacen llevadero cualquier trago espeso.
Cierta frialdad mecánica amenaza con desbaratar esta fábula sobre los ideales juveniles truncados, lo cual resulta insatisfactorio. Sin embargo, a pesar de sus defectos, es una obra digna de consideración.
Sería una estupidez casi de juzgado de guardia si no fuera por el arte de esa mezcla entre Carrie y un pez globo que es Amanda Seyfried y, sobre todo, por los pespuntes guionistas de Diablo 'Juno' Cody.
Clavado el look externo, Tabernero logra acertados apuntes sobre la naturaleza interna de los personajes. Es difícil encontrar un elenco contemporáneo que esté tan cohesionado e inspirado.
Cassavetes crea con gran habilidad un retrato íntimo y conmovedor que logra esquivar la mayoría de los clichés y la sobreactuación emocional. El resultado, interesante y accesible, reafirma que un drama romántico al año puede ser positivo.
El valor documental del filme se siente incompleto y evita cualquier pretensión de no ficción. En su lugar, nos ofrece una historia que oscila entre 'Oficial y caballero' y 'Rocky'.
Sin escape de gas paródico o superficial, y eso que el argumento podría prestarse a la burla. El cineasta supera estos obstáculos, aunque el resultado final refleja una inercia y repetición de un sendero muy transitado.
Ni albricias ni alipori. La cinta da bandazos continuos entre la comedia romántica y el drama familiar, sin ofrecer un retrato femenino convincente; más bien presenta bocetos de un clan que se autoperdona sus torpezas.
Con más aciertos que torpezas, la película se presenta como una misión humanitaria en medio de un conflicto personal, rodeado de uno mucho más abrumador.
Con referencias evidentes a Black Hawk derribado, El Álamo y Tropic Thunder, aunque no tanto a Homeland o Argo, lo cual es una pena. Se presenta como un filme patriótico y sentimental, aunque básico. Mezcla elementos de videojuego con una banda sonora que recuerda a los tráileres.
Hay buenos golpes de humor, pero la falta de motivación y el sentimiento de repetición terminan afectando a unos personajes tan poligonales y con poca expresión humana que parecen sacados de la peor tradición de la compañía.
El gran oficio del cineasta eleva el resultado más allá de un simple telefilme, aunque la expresión de Fiennes como opositor a notarías puede poner en riesgo la obra.
Un catálogo de miserias humanas que carece de matices y no logra alcanzar el esperpento cruel y ácido que se podría esperar. En definitiva, un filme olvidable y poco envidiable.
Esta curiosa mezcla de 'Valor de ley' y 'El valle del fugitivo' no resulta tan imposible como pudiera temerse. Enérgico ejercicio de apropiación, aunque deje la garganta seca.