Un ‘disney’ de los grandes. Lo que más destaca en ella es ese aire de los primeros clásicos. Con una estructura que evoca un musical, 'Frozen' supera incluso a la ya excelente 'Enredados'.
A los tres cuartos de hora, la película realiza un giro sorprendente y todo adquiere un nuevo sentido. Es efectivamente algo nunca antes visto. Una hora llena de sensaciones conmovedoras, completamente novedosas, que rodean la aventura de la vida.
La película combina de manera efectiva diferentes formatos. Sin embargo, la elección del universo de chuches del juego Sugar Rush como escenario principal conlleva una sobreabundancia de colores rosas y elementos de pastelería, lo que puede resultar en un efecto empalagoso.
Casi un Arthur Miller, el de 'Las brujas de Salem'; un Fritz Lang, el de 'Furia'; un James Whale, el de 'Frankenstein'. Esta obra es una adaptación para niños del nuevo milenio, presentada en un formato animado en tres dimensiones y con un enfoque de comedia negra sobrenatural. En resumen, es un triunfo y una película extraordinaria.
El cuidado en la paleta de colores y la atención a los detalles permiten que el espectador se maraville en cada momento con la exquisitez de cada plano, incluso en su representación de un Londres sucio y casi depravado.
Solo se salva del desastre narrativo por un triángulo de cuestiones al margen de su engranaje central. Una nueva demostración de que el cine de acción se está convirtiendo en una simple suma de set pieces.
Tras una primera media hora prometedora, la película se va diluyendo poco a poco. Gondry presenta secuencias de acción espectaculares, pero estas no logran integrarse adecuadamente con el transcurso del tiempo. Todo se siente excesivamente prolongado.
Cine sin personalidad, producido con un enfoque estándar. La película presenta más del 60% de su metraje en secuencias de batalla, todas conformadas por el mismo estilo repetitivo.
La involución artística. A Cameron parece que se le ha escapado la historia que deseaba transmitir, o quizás no era suficiente. Si este es el rumbo que tomará el cine en el futuro, prefiero retirarme.
La bellota cansina es más de lo mismo, pero en una versión inferior. Funciona de manera razonablemente eficaz si se visualiza en segmentos, aunque su concepto general resulta farragoso y confuso.
Es sólida en su narrativa y elegante en su puesta en escena, pero le sobran coros celestiales y un aire de producto que busca la inspiración y el cambio, lo cual encaja con el sistema propagandístico.
Notable recordatorio de la cochambre a la que llevan las guerras. Fontaine, apoyada por una excelente dirección artística, logra sumergirnos en la nieve y el barro, así como en el frío físico y emocional, entregando el mejor trabajo de su carrera.
'Spotlight' es un logro del cine, la escritura, los derechos civiles y el periodismo. La película se erige como una referencia tanto profesional como ética sobre el ejercicio de nuestro trabajo, aplicable a todos.
Aunque estemos ante una versión mejorada, la excelencia no acaba de materializarse. Parece el mejor modo de iniciarse en el universo de Larsson, pero no es la película que hubiésemos deseado de un maestro como Fincher.