Un remake más superficial y adornado. El director logra sustituir las escenas más oscuras de la película original por momentos de intensa tensión, utilizando un montaje ágil y frenético. Demuestra habilidad en manejar el caos dentro de espacios reducidos.
La película presenta una cantidad de violencia mucho menor que la de un anuncio de tiritas y carece de los sustos que se encuentran en los episodios de eliminación de 'Dancing With the Stars'.
Pese a contar con personajes poco desarrollados y un argumento bastante predecible, 'Severance' resulta ser una comedia muy entretenida que explora caminos menos convencionales de lo que se podría pensar.
Dejando a un lado los vistosos efectos especiales y los sustos baratos, Cordero ha convertido meticulosamente una serie de clichés de la ciencia ficción en una reflexión profunda que cuestiona nuestro lugar en el universo.
Impresionante escenografía. Según la nota de prensa, pandorum significa 'síndrome disfuncional orbital'; lo que signifique, estoy convencido de que al final de la película lo comprendí.
Al límite de lo incoherente y lasciva sin arrepentimiento, esta comedia de amigos policías sustituye a los personajes de verdad por coches, helicópteros y motos.
Tommy’s Honour' quiere convencernos de que ver a dos hombres discutir y golpear bolas hacia pequeños agujeros durante la mayor parte de dos horas es el culmen del entretenimiento.
No parece una película, más bien una idea escrita en una servilleta. Aunque los nombres relevantes se enfrentan a personajes tan insustanciales como hologramas, el director de fotografía ofrece motivos para disfrutar de ella.
Dirigida por Michael Radford, la película se enfoca más en seguir la cronología que en aportar creatividad. El diálogo se siente excesivamente adulador y, en muchos momentos, llega a ser aburrido.
Funciona mejor como reflexión sobre los trucos de la memoria y el efecto que tiene la educación —o, en este caso, la falta de la misma— en los juicios personales.
Despreciable. La falta de autenticidad es sorprendente. Se recurre a clichés y actitudes cínicas en el romance, lo que hizo que la experiencia con Mr. Harris se volviera una tortura durante 96 minutos.
Una película tan desesperadamente fuera de onda en lo que respecta a salir del armario que te dan ganas de arrastrarla, junto con todos los que están en ella, al siglo XXI.