A pesar de su audacia al incorporar los elementos del género, no logra evitar algunos convencionalismos y clichés. Sin embargo, es una obra sólida y profundamente disfrutable que rinde homenaje al cine artesanal.
Es sólo otra aventura más de Po, un tanto repetitiva pero aún con cierta simpatía y capaz de cumplir con lo mínimo, que es entretener. Y bueno, para nada se ve que la saga esté por terminar.
La segunda temporada mejora notablemente en comparación con la anterior, al enfocarse en las motivaciones de su protagonista. Es suficiente para brindarle una oportunidad y comprobar si logra una reivindicación completa, así como si los villanos cumplen con las expectativas planteadas.
Apenas es entretenida. Se evidencia que aquel regreso prometedor para la saga fue solo uno de esos espasmos finales que suelen tener los asesinos slasher antes de su muerte.
Esta desastrosa continuación de la franquicia puede resultar entretenida si se es poco exigente, siempre que se le considere dentro del contexto del terror divertido. Sin embargo, no ofrece mucho más que eso.
Aunque no evita algunas obviedades, cae en diversos lugares comunes y se presenta como una pieza de género con los suficientes sustos para no defraudar ni a los fans ni a quienes busquen una experiencia fílmica de terror con un toque de serie B.
Aventura reflexiva que aborda temas como la paternidad y el significado del contacto humano, ideal para quienes disfrutan de la ciencia ficción adulta e inteligente. Sin duda, es una obra imprescindible para los aficionados al género.
En general, la película ofrece un recorrido entretenido y presenta motivaciones claras. Incluye momentos entrañables y logra hacer que los toques de humor, aunque escasos, funcionen bien.
Una trama que por supuesto se reserva un par de giros que pegan a la nostalgia, un tanto tramposos pero bastante efectivos que harán las delicias de los fans, salvan de la quema esta inconsistente película.
Aunque seguramente complacerá a los fans del videojuego por su fidelidad al formato original, la cinta difícilmente cautivará a las audiencias que no estén familiarizadas con el juego.
Esta versión dirigida por Rob Marshall no solo conserva su encanto, sino que también se establece como una de las mejores adaptaciones en vivo de los clásicos animados de Disney.
Es precisamente a este equilibrio alejado de efectismos que 'Slam Dunk' se posiciona como una de las mejores obras de anime sobre deportes, un estatus que ahora se reafirma en el cine con una propuesta impecable.
Una película que no solo sigue la fórmula establecida, sino que la utiliza de manera efectiva y la enriquece, logrando así forjar su propia identidad. Sin ser extraordinaria, es una obra honesta que palpita con sinceridad.