La película opera según sus propias reglas moralistas, siguiendo un estilo clásico. Aquellos que son reticentes a las narrativas sobre hombres destacados que asisten a las minorías vulnerables, deberían evitarla.
Una buena introducción tanto para los jóvenes curiosos como para los mayores nostálgicos, centrándose menos en la atracción principal del evento y más en cómo éste estaba destinado al desastre y fue un éxito.
Un biopic bastante convencional, que pese a que garantiza algunos momentos divertidos y anécdotas sorprendentes carece de aquella extrañeza que convirtió a Dolemite en un factor omnipresente en nuestra memoria cultural.
Un viaje entretenido. Tyrnauer ofrece un retrato sustancioso y fascinante que agradará tanto a los mayores como a los que nunca han oído hablar del club.
Un tesoro para aquellos interesados en el apogeo del centro de Nueva York y un Basquiat desmitificado. Hace justicia a su sujeto, en parte negándose a separarlo de su contexto.
Un extraño pastiche cuyas intenciones son difíciles de descifrar. La visión de Plotnick del futuro del pasado es lo suficientemente peculiar como para no desecharla del todo.
Se lanza ahora con la esperanza de que las breves apariciones de Evan Rachel Wood y Zoë Kravitz añadan algo de atractivo comercial. Los fans de las dos actrices se sentirán engañados.
No es de extrañar que los límites de la película vengan impuestos por el respeto que profesa hacia su protagonista. Estamos ante un robusto ejemplo de género, en el que la persistencia y la fe lograron que el bien primase ante el mal.