La rapidez con la que ha realizado su segundo filme sugiere que Raiff no es tan blando fuera de la pantalla como parece; y las diferencias entre esta actuación y la anterior indican que también tiene el potencial de ser un gran actor.
Una película torpe que tiene algunas ideas interesantes pero que no sabe cómo desarrollarlas. Un director con más talento habría hecho que esto fuera menos estridente.
Los fans insaciables del género que compren una entrada seguramente envíen señales de indiferencia a los que quieren verla. A la película le cuesta encontrar un ritmo satisfactorio.
No es lo suficientemente atrevida como para pensar que puede dejar de lado a su envejecido protagonista. La novedad disparatada de los personajes se ha perdido.
Una película bien interpretada, aunque bastante convencional en su temática de resurgimiento tras la tragedia. Carece del matiz profundo que los cinéfilos suelen buscar en los festivales.
Los personajes son más impactantes que los elementos tanto ligeros como oscuros de la trama, que comienzan a decaer a mitad del desarrollo y no logran resolverse de manera efectiva. La película resulta excesivamente larga.
Una historia de espías agradable, aunque de construcción lenta. Aunque nunca se convierte en un thriller de primera línea, presume de una acción que en pocas palabras, es bastante emocionante.
El tono ligero dificulta que los temas de la adicción, el abandono y la pobreza se desarrollen plenamente, enfocándose en cambio en los logros atípicos de su protagonista y en la camaradería que ofrece el deporte.
Los cortes rápidos y constantes entre las diferentes subtramas del argumento impiden que dé la impresión de ser una película muy larga, pero también de centrarnos por completo en una historia en particular.
El trato que le da su guion a la minusvalía evita caer en algunas de las trampas más comunes, y sean cuales sean sus errores, acierta al centrar su atención en algunos conceptos que serán obvios para la mayor parte de los espectadores.
El apartado técnico y las actuaciones secundarias son impecables, pero 'Suspicion' no logra ser tan convincente como otros dramas rurales acerca de drogas que hemos visto recientemente.
La feroz interpretación de Pike aporta intensidad a un film que presenta altibajos. La narración pierde fuerza al distanciarse de las áreas de conflicto.