No vuela tan alto como se esperaba, pero 'Koblic' es más eficiente que espectacular. Se trata de un drama bien construido, con interpretaciones sólidas y una trama intrigante, que incorpora toques de thriller y elementos del western.
Muchos sustos, poca psicología. 'Veronica' carece de sutileza y profundidad. Gran parte del valor de la película radica en lo creíble que resulta, gracias al excelente trabajo de contextualización.
Desarrollándose como un 'Ocean's Eleven' hispano, 'El hombre de las mil caras' es, ciertamente, un paseo apasionante y espectacular por una cuerda floja que parece constantemente a punto de romperse.
Impulsada por un guion de platino, una producción magnífica y una espléndida interpretación -de cuello para arriba- de Bardem, es un triunfo dramático.
El hecho de que este apasionante e inquietante estudio de la mente psicopática también logre ser conmovedor añade un atractivo significativo para captar la atención del público.
La película aporta escasa innovación en su trama dramática, sin embargo, el esmero y la estética del director, junto con un elenco de personajes maravillosamente complejos, logran hacer de esta la comedia española más entretenida en mucho tiempo.
Quiere ser frenética, divertida y atrevida, y prácticamente lo logra. En gran medida, el éxito se debe a su ingenioso estilo indie y su vertiginoso sentido de la autoparodia.
Hay tantos hilos que es un milagro que Murray pueda tejer algo coherente. Utiliza la atmósfera de la película para consolidar la película, y el efecto es absorbente y fascinante.
Una película que se presenta de manera sencilla y con una estética encantadora. El guión opta por evitar lo complejo y se queda en lo superficial, eligiendo no profundizar en temas más oscuros.