Más grande, más maliciosa, más sangrienta y más entretenida. En gran parte recompensa debido a sus diálogos ágiles, sus gags vulgares y la camaradería irónica del reparto.
Una película de acción y ciencia ficción que se ve afectada por clichés comunes, lo que limita su capacidad para explorar ideas innovadoras. Se siente como una repetición de lo ya visto.
'Fifty Shades Freed' no logra causar el impacto esperado. Ya sea en el ámbito del drama o el melodrama, o incluso del drama de poca calidad, 'Freed' resulta ser bastante deficiente.
El director establece un estilo singular, fusionando actuaciones crudas al estilo de Robert Bresson con un humor oscuro y un suspense que remite a las obras de Hitchcock.
La estética remite a obras como 'The New World' de Malick y 'The Revenant' de Iñárritu, las cuales fusionan realismo histórico con un estilo naturalista elevado, capturando una belleza indescriptible en el convulso y violento pasado de Estados Unidos.
Con un presupuesto tan elevado, es evidente que la inversión ha sido acertada. Baundry logra manejar este ambicioso proyecto de forma efectiva, a pesar de tratarse de su debut como director.
El momento oportuno es fundamental, y en el caso de 'Nocturama', se siente. La falta de una justificación clara para sus eventos puede parecer superficial, especialmente considerando los acontecimientos actuales.
A pesar de que algunos pueden considerarlo una idea poco creativa, es importante recordar que la escritura tiene un poder inigualable; lo que parecía un análisis tedioso de la lingüística contemporánea se convierte en un thriller apasionante.
Es habilidosamente entretenida, teniendo en cuenta el tema tan serio que trata. Hay muchas cosas en el menú y León de Aranoa lo mezcla todo con suavidad.