Ridley Scott revalida su maestría en el campo de la ciencia ficción. No es, claro está, una cima del género como 'Alien' o 'Blade runner', pero sí una obra sólida de alto nivel, impecablemente concebida y ejecutada.
Aardman alcanza nuevamente la excelencia. Que nadie se equivoque pensando que esto es solo entretenimiento para niños; es un cine de calidad destinado a todos, ofreciendo un disfrute creativo extraordinario. Es un gran arte y eso es indiscutible.
La historia no es particularmente estimulante, pero el diseño visual es magnífico. El amor incondicional de Jorge R. Gutiérrez por la cultura popular de su país se hace evidente y resulta contagioso.
Visualmente deslumbrante. ¿No habrían abordado mejor este mamut Spielberg o Peter Jackson? Seguro que ellos le habrían añadido lo que a la ensalada le falta: unos toques de magia.
Otra obra señera de la animación, en la que las escenas memorables se pisan los talones; francamente brillante el diseño de personajes. Es un divertimento inteligente y altamente elaborado, apto para públicos de todas las edades.