Es ejemplar en su destreza para forjar complicidad entre Gru y los Minions, y entre el filme y sus espectadores. Una divertida propuesta para el verano.
Es una genial película fuera de serie. Cooley dirige con pasión esta placentera aventura que destila perfecciones. Es un clásico instantáneo de la animación. Una auténtica joya.
La complejidad narrativo-visual de la historia se aborda con un estilo cómico. Los efectos logran un impacto que renueva la fe en el cómic cinematográfico como un género significativo. Esta película es del tipo matinée, con una ligereza encantadora, repleta de emoción y risas.
El filme logra su efectividad gracias a la habilidad de Bayona y a su enfoque despretensioso. Presenta momentos destacables, pero la acumulación de estos no es suficiente para contrarrestar la inminente extinción de los dinosaurios digitales.
La animación es cuidada y detallada. Sin embargo, la historia presenta algunas escenas que son deficientes. Afortunadamente, la mayoría de los chistes son efectivos; se presenta una agradable metáfora sobre la convivencia navideña.
La cinta resulta ser monótona, carente de emoción y con escasas sorpresas. La subtrama no logra destacarse a pesar de la espectacularidad de la acción. Los eventos, aunque extravagantes, terminan ofreciendo un resultado que no alcanza el nivel de entregas anteriores.
Saldanha ha desarrollado notablemente su destreza, especialmente en el ámbito de la comedia. Este es, sin duda, su proyecto más entretenido hasta la fecha.
En la actualidad, donde predominan las secuelas, resulta sorprendente que se mantenga la narrativa original desde la primera parte. A pesar de ciertas señales de desgaste, la película se presenta como un entretenido espectáculo visual que sigue de cerca la dramaturgia establecida por la trilogía 'Toy Story'.
El filme logra ofrecer una variedad notable de humor. Aunque no es tan brillante como 'Intensa Mente', 'Un jefe en pañales' resulta ser un entretenido homenaje al estilo clásico de las caricaturas televisivas centradas en la vida familiar.
El impresionante debut como directora y guionista de la actriz inglesa Emerald Fennell propone sin concesiones una variante anti pacto machista difícil de asimilar.
McDonagh es un cineasta en evolución constante. Lo confirma su manejo de diálogos, sus apuntes sociales que subraya con estilo naturalista y la forma en que profundiza en el tema sin dejar de provocar risas.
Verhoeven se confirma como un excepcional director que hace un magistral trabajo para el hipnótico talento de la Huppert. Una cinta deliciosamente deslumbrante.
Cinta que destila nobles sentimientos de principio a fin, gracias a cierta ironía de Chbosky y al buen desempeño de sus protagonistas, se aleja lo suficiente de la sensiblería (aunque conserve una pizca cursi). Relato moral, inspirador.
La dirección es increíble, no por buena, sino por cautelosa. Spielberg evita meter la pata siendo políticamente correcto. Claro, su reciclado parece buen montaje. Pero carece de inspiración.
Landon perfecciona una fórmula propia donde la sátira y el horror van mano a mano. Propone, en estos tiempos tan difíciles, un agradable largometraje que es puro entretenimiento.
Deja un buen sabor de boca. Boone ofrece un filme modesto y asfixiante. Es un gran logro que un género tan saturado como el cómic fílmico logre alcanzar esta profundidad.
El estilo de dirección, próximo al documental, consiguió lo que hace tiempo no logra el cine mexicano: crear una atmósfera novedosa y personajes verosímiles. La narración tiene un ritmo pausado, pero siempre se mantiene articulada.
Dentro del limitado margen de maniobra en estas películas, sorprende que mantenga un buen nivel de entretenimiento e ingenio, lo que permite el lucimiento de los actores. Marvel, después de sus éxitos recientes, vuelve a sus raíces.