Aprovecha cada momento para hacernos ver que detrás de la magia del cine, no todo es color de rosa. Sin embargo, desperdicia toda su sátira en un tercer acto que concluye todo de forma abrupta y desconcertante.
Detrás de su innegable brutalidad, 'Monkey Man: el despertar de la bestia' es la rara película de acción que se siente genuina. Cada golpe, cada patada tiene algo importante que decir. Todo viene del corazón.
El MCU incorpora elementos de la comedia de policías al estilo de Shane Black o John McTiernan, estableciendo desde el principio que el objetivo principal es la diversión.
Un documental envolvente, audaz y revitalizante que logra captar la atención sin aparentes manipulaciones. Las emociones se manifiestan intensamente y la música acompaña perfectamente la narrativa.
Será poco estimulante para quienes disfrutan de narrativas más complejas, pero logra su objetivo al ofrecer un escapismo cinematográfico que es muy valorado actualmente.
Contaba con potencial para ser una aventura sci-fi que, por lo menos, rescatara el estilo eternamente veraniego de los relatos de Stephen King. Tiene buenas ideas, pero su ejecución es poco inspirada.
Un regreso más que bienvenido para personajes que ya hacía falta volver a ver y, además, una propuesta que viene con un gran mensaje de unión familiar y autoestima.
Es increíble que una película como esta haya alcanzado tanto reconocimiento en festivales y premaciones. Su tono optimista y su excelente edición la alejan del formato aburrido que suelen tener este tipo de obras.
A pesar de iniciar con dificultades en su representación de la discapacidad intelectual, la película logra recuperar el rumbo y se transforma en una conmovedora biografía que enfatiza la importancia de estar orgullosos de nuestra identidad y raíces.