La película explora de manera profunda el amor familiar, el compromiso que se desarrolla lentamente y, también, la muerte, temas que resuenan con gran intensidad.
Se deleita con sus propios recursos metanarrativos, aunque solo logra infundir miedo en algunas ocasiones. Además, no logra construir sus secuencias con la misma solidez que lo hizo Craven.
'Blue Caprice' es probablemente lo que el cine post-11S debería haber sido: desesperado por explicaciones, incipiente y envuelto en una soledad silenciosa. Aunque lo podemos soportar mejor una década más tarde, todavía no estamos curados.
A pesar de todo su lavado de cara #MeToo, la película no logra su objetivo. Los personajes, construidos como símbolos, están demasiado ocupados con sus misiones de espías, pero aún les falta desarrollo y profundidad.
Una película curiosamente carente de alegría que trata de sintonizar con la vertiginosa amoralidad de 'Dr Strangelove', pero que olvida añadir bromas o hitos dramáticos.
Es fácil perderse en las orgías y bacanales, pero en esencia, 'Loro' es una fascinante exploración de lo que le sucede a un hombre moralmente vacío cuando envejece.
La grotesca concepción de Mozart como una estrella de rock sigue pareciendo un artificio. Milos Forman consigue tratar con humor la amargura de Salieri.
Desde 'Loca academia de policía' hasta 'Arma fatal', todavía hay espacio para sátiras sobre el desorden en la aplicación de la ley. Sin embargo, esta película no logra destacarse en ese contexto, a pesar de sus esfuerzos.
El primer y único consejo para disfrutar de la laguna de pesca es este: trae contigo tu paciencia. Esto se aplica también al espectador de este lento pero fascinante collage experimental.