Wajda dedicó las primeras cuatro décadas de su carrera a crear arte en un contexto comunista, lo que aporta a la historia una carga emocional que a menudo se ausenta en sus obras más recientes.
Con estos dos protagonistas brindando firmeza a las escenas, es complicado que algo falle. Sin embargo, los personajes resultan ser algo superficiales, lo que se acentúa a través de sus subtramas genéricas.
Samuel L. Jackson ofrece una buena actuación. Sin embargo, los guionistas Mark Schwahn y John Gatins debilitan la fuerza de la historia real al reutilizar escenas y situaciones de otras películas similares.
Con una épica impresionante, villanos espeluznantes y los mejores globos ocultares saltarines desde 'Evil Dead II', esta obra es implacablemente moral, de violencia caricaturesca y mantiene un nivel de diversión constante.
Chen Shi-Zheng revela una notable sensibilidad hacia la presión y el aislamiento que experimentan los estudiantes chinos en las universidades de Estados Unidos.
El último tramo recurre al sentimentalismo, sin embargo, gran parte de esta historia basada en hechos reales explora un territorio inesperado y moralmente complejo.
El romance cursi resulta excesivo, pero la primera mitad de la película es interesante ya que presenta las innovaciones que Warne implementó para hacer atractivos los libros ilustrados para los niños.
Es una película larga, pero fascinante. La narrativa es cautivadora y, además, resulta admirablemente precisa en su documentación del proceso creativo de Munch.