Se busca un equilibrio difícil entre el melodrama crepuscular y la acción física que desafía las leyes de la gravedad. Este último aspecto es el más satisfactorio. Aunque no se trate del cierre más óptimo, cumple su función de manera efectiva.
Un homenaje al rock de los 70 que no logra cautivar. Se queda en un recorrido superficial por los elementos típicos de la mística rockera de esa época.
Drama oscurecido por el humor. Los personajes, la actriz y la trama son cautivadores, pero 'Gaslit' explora diversas perspectivas. Matt Ross utiliza un enfoque mayormente cínico en lugar de cálido.
En su intento de equilibrar diferentes perspectivas y comprender a su antiheroína, Waller termina cayendo en ambivalencias que resultan algo cuestionables.
Cruza con alegría el neo-giallo y los pasajes en negativo al más puro estilo de Maya Deren. Sin embargo, no siempre resulta fascinante; también puede volverse desesperante, especialmente en algunas de sus escenas de comedia bufa.
Es, al menos en su recta inicial, un 'thriller' oscuramente juguetón, disfrutable por sus personajes de gestos ampulosos, sus juegos con las perspectivas o su hábil uso del 'cliffhanger'.
Dolan recupera su mejor inspiración en televisión, insistiendo gloriosamente en imbuir sus imágenes de fuerza expresiva y un romanticismo casi desesperado.
Potente propuesta. Un relato que ofrece una profunda reflexión sobre temas actuales, con personajes bien construidos y una narrativa envolvente. La dirección es sobresaliente y la banda sonora complementa a la perfección las emociones que se despliegan en pantalla. Sin duda, una obra que deja huella.
Acción espectacular, personajes más grandes que la vida y latigazos de tragedia y oscuridad. Nunca antes se ha visto mejor en una pantalla, con una calidad impresionante, destacando a la mayor estrella que ha surgido de cualquier deporte.
Cuenta con un tema principal a medio camino entre lo neoclásico y lo electrónico, obra del productor Rone. Grandes referentes traducidos en resultados destacados.
Ni siquiera la destacada actuación de Anne Hathaway logra compensar la falta de propósito y claridad de esta historia. Además, carece de ingenio en su escritura. A nivel de dirección, frecuentemente muestra una marcada indiferencia.
Una historia interesante, pero que se siente excesivamente prolongada y compleja. Falta la precisión que caracterizan a los dramas más convencionales. Al final, no logra ser la gran serie que podría haber sido.
Un retrato de la duplicidad que tiene mucho de ironía ácida. Habría sido fácil hacer una sátira grosera, pero esto es algo diferente, más humanista y contenido, filmado con seguridad y sin excesos.
Si algunos volvemos a 'Benjamin Franklin' semana a semana, no será por esos guiones razonablemente sofisticados ni la loable artesanía de Van Patten. Será por disfrutar de un Douglas que disfruta claramente trabajando.