Con un uso atractivo del color y personajes que parecen sacados de las páginas del legendario TBO, la película se presenta como una excelente opción para disfrutar en familia.
Una irresistible comedia familiar que mezcla subtramas y añade la comedia romántica a la ciencia ficción. Esta combinación está bien estructurada, ofreciendo una experiencia amena y entretenida.
Ternura y fantasía combinadas a partes iguales son los elementos clave de este drama con alivios cómicos y elementos de ciencia ficción que sorprende y atrapa desde el principio.
Dirigida con una notable elegancia y ternura, la película destaca por su exquisita fotografía y el acompañamiento musical. Sin embargo, estas virtudes no logran compensar las interrupciones en el ritmo, que ya de por sí es moroso, causadas por extensos monólogos.
La película, que puede recordar una versión 3.0 del cine quinqui, se disfruta bien como un entretenimiento sin más. No acaba de funcionar, sin embargo, la crítica social que propone.
Abundantes primerísimos planos, un estilo semidocumental, secuencias de cámara en mano y un tratamiento notable del sonido, con conversaciones casi fuera de campo e inaudibles.
Deliciosa comedia dramática en la estela de 'Intocable'. Resulta conmovedor el contraste entre las barreras mentales que atenazan a Louis y el buen ánimo con el que Igor se enfrenta a sus limitaciones.
Una cinta que seduce con palabras. Gay demuestra de nuevo su maestría en la dirección de actores, quienes aportan un profundo sentido a cada línea. Un reparto en estado de gracia.
Para un público femenino que disfruta de comedias de chicas con un toque de drama. La película intenta incorporar un elemento de realismo mágico, pero este no logra encajar del todo. Además, la música resulta demasiado invasiva.
Tras un inicio intrigante y una sugerente presentación de personajes, las motivaciones de estos se van tornando confusas, y la acción, caótica y excesiva.
Para iniciar a los peques en el western sin dejar a nadie atrás. Lo mejor: hará sentir a los críos partícipes de una gran aventura. Lo peor: ofrece una visión en exceso idealizada del Oeste.
No es una película para ser entendida, sino para disfrutar y dejarse llevar por sus imágenes y su realismo mágico. El intercambio interpretativo entre María Valverde y Dolores Fonzi es soberbio.
Espléndido, funciona muy bien en sus apartados principales. El guion presenta chistes simples pero muy eficaces. El director establece el ritmo adecuado, y el reparto coral demuestra indudable vis cómica.
La propuesta de José Díaz evoca a momentos de la encantadora 'Dersu Uzala' de Akira Kurosawa, especialmente en las escenas nocturnas iluminadas por linternas, donde el sonido del viento aporta una atmósfera inquietante y aterradora.
Tras un inicio brillante, el ritmo se ve afectado por un entrenamiento del pelotón que resulta largo y monótono. La serie tampoco se beneficia de una serie de situaciones humorísticas que resultan predecibles ni de las subtramas que no aportan nada relevante.