Producción enfocada en ofrecer entretenimiento y resaltar la importancia de la amistad, acompañada por la música de Blondie. Un elenco conformado por actrices experimentadas destaca como su mayor fortaleza.
Feig explora el verdadero ingenio cinematográfico. La película se distingue por su fotografía brillante, sus colores vibrantes y un vestuario excepcional, complementada con temas icónicos del pop francés, que le aportan una frescura única.
La película presenta giros sorprendentes, aunque algunos son previsibles. Si bien funciona como una comedia atrevida, no logra cumplir con las altas expectativas que genera su promoción.
El diseño de producción resulta llamativo y las actuaciones son sobresalientes. Sin embargo, la historia adolece de la falta de desarrollo de algunos personajes, lo que transforma la trama en un laberinto que frena el ritmo de la acción.
Ripstein despliega su talento al máximo, presentando diálogos ingeniosos y profundas reflexiones sobre el tormento que pueden representar los recuerdos.
El debut en la ficción del documentalista Samu Fuentes destaca por su notable esfuerzo visual. Sin embargo, el filme no logra transmitir la emoción esperada, lo que le resta impacto.
Un planteamiento trágico que el director Lavaine transforma hábilmente en una comedia ligera, dejando un sabor agridulce. Su humor, aunque simple e inocente, resulta ser impactante y efectivo.
Propuesta intensa que, aunque no siempre es visualmente sutil, logra transmitir una notable sensación de veracidad. Hay momentos de gran belleza que ofrecen un merecido alivio. Sin embargo, la división en capítulos puede dificultar la inmersión total en la historia.
El relato carece de la tensión y angustia claustrofóbica necesarias, dejando momentos que parecen poco creíbles. Al perder la expectativa de sorpresas y emociones, los personajes quedan a merced de su incierto destino.
Humor blanco y algunas dosis de picardía hacen que esta película sea ideal para disfrutar en familia. Los momentos más destacados son proporcionados por los talentosos actores de reparto.
Tiene un tono de comedia desenfadada y elegante, con un toque europeo que resalta gracias a la actuación de Natalia Tena, quien realmente ilumina la pantalla, haciendo que la experiencia sea muy placentera.
Los magníficos títulos de crédito iniciales introducen al espectador de un modo magistral en el callejón sin salida al que han conducido sus nietos a la pareja protagonista.
Cumple con los requisitos esenciales de la comedia. Está protagonizada por unos intérpretes con vis cómica, tiene el ritmo justo y presenta personajes secundarios que son significativos. Todo lo que ocurre en la trama resulta plausible.
[Carolina África] muestra una habilidad única para capturar el sentimiento agridulce que se encuentra entre el amor, la desesperación y la incomprensión.