A pesar de su enfoque en placeres oscuros y violentos, los diálogos de Cody, característicos y únicos, logran anclar la narrativa con un sentido del humor muy particular.
La película entretiene y se mantiene fiel a los puntos fuertes de 'Kung Fu Panda', aunque también refleja los signos de una saga que parece esforzarse por encontrar su propósito.
Que el amor y el respeto por estos personajes y su historia brillen a través de una película como 'Deadpool & Wolverine', que comienza literalmente profanando el cadáver de uno de sus héroes, es impresionante.
Hay momentos dilatados de humor, miedo y tragedia, pero al ser todo tan disperso e inconexo, la película acaba definiéndose por su falta de convicción a la hora de explorar sus ideas al máximo.
Una idea correcta y bienintencionada con una ejecución que deja que desear. Ese es básicamente el resumen de Hellbiade II. La primera entrega fue una obra maestra, centrada y aterradora. Sin embargo, en esta secuela, parece que Senua ha abandonado su terapia prematuramente.
Un metroidvania sencillo, pero que añade un toque emocional y una visión original al género. A pesar de su corta duración, 'Kenzera' transmite mensajes importantes que la audiencia ha necesitado escuchar durante mucho tiempo.
Durante 10 minutos brillantes, Smith se esfuerza por crear su propia versión de 'Before Sunrise'. Sin embargo, es un recorrido prolongado y algo ingenuo que finalmente conduce a la mejor actuación de Kevin Smith como director en esta película.
Una historia sobre el determinismo, sobre personas que comprenden el destino que les aguarda y se encuentran luchando sobre si es mejor dejar que se desarrolle o intentar hacer las cosas de otra manera.
En esencia, es una experiencia de Far Cry disfrazada con una dirección artística deslumbrante y una representación detallada de una cultura extraterrestre. La franquicia de Avatar realmente merecía algo más que esta repetitiva fórmula.
La adaptación de la historia del juego de 1998 se presenta con una narrativa cautivadora y sorprendente. Su habilidad para sostener la tensión la convierte en una experiencia superior, incluso al aclamado Resident Evil 7.
Consigue recuperar todos los elementos que le han llevado hasta aquí, y logra un impresionante equilibrio entre la complejidad moral de la historia, el buen humor que nos enamoró de los personajes y lo innegablemente geniales que llegan a ser los Transformers.
Una serie de mecánicas decepcionantes que, en su mejor momento, evocan algunos de los títulos menos destacados de Tomb Raider previos a 2013, y en su peor versión, parecen un simple recopilatorio de los juegos más olvidados de Nintendo 64.