La tercera película de Park destaca por su trama dinámica y su estética visual clara, cautivando tanto a los amantes de la tecnología como a los seguidores del cine de acción.
Con la habitual expresión de dolor que muestra en sus películas de bajo presupuesto, Willis parece limitarse a realizar las mínimas muecas necesarias para recibir su pago.
Elaborada con habilidad, la película ofrece una experiencia muy placentera para el público internacional, que seguro encontrará diversos elementos atractivos y entretenidos.