La visión de Otomo ha sido constantemente copiada y 'homenajeada' por muchos directores de cine. Su estilo ha influido en innumerables obras, marcando un antes y un después en la forma de narrar historias visuales.
El éxito literario vuelve a ser un fracaso en su intento por conquistar el cine, esta vez con un torpe y despedazado guion basado en el libro original de King.
Dietrich está asombrosa. Su actuación brilla con una intensidad que cautiva al espectador. La interpretación de Emil Jannings también es notable, aportando una profundidad a la trama que enriquece la experiencia cinematográfica.
Hay mucha historia fascinante aquí y Roth y De Niro la presentan de forma competente a través de un hombre, pero para ser una película tan larga, es sorprendentemente superficial.
Una historia sobre la moralidad y los medios, agudamente observada, bien interpretada y dirigida con cariño, que resuena mucho más allá de su localización en los años 50.
Después de seis películas, Zombie aún no logra ofrecer una narrativa innovadora, crear personajes que tengan más profundidad que su maquillaje o dirigir escenas de acecho que sean realmente intrigantes, ni momentos de violencia que realmente impacten.