De ritmo pausado, pero fascinante y completamente accesible. El título no hace justicia a la película, que se presenta como una de las mejores de este año, o incluso de cualquier otro. Manville debería preparar un lugar en su estantería para merecidos premios.
La mejor actuación de Hauer desde 'The Hitcher' en 1986. Si Eisener logra relajarse, podría tener una carrera que trascienda el cine de acción caricaturizado. O tal vez optará por reemplazar a Hauer por Lance Henriksen y se dedicará a hacer siete secuelas de menor calidad en Bulgaria.
El regreso del maestro checo de la animación a la ficción es bien recibido, aunque en ocasiones se percibe como una película algo "ligera". Es a la vez extraña y fascinante.
El estilo desaturado, el uso poco convencional de la banda sonora, la jerga específica y la comedia negra de buen gusto, crean en la película una sensación de percepción alterada.
La obsesión sexual con un matiz oscuro y cómico se entrelaza con el erotismo sofisticado de Verhoeven, la intensa iconografía religiosa y una abundancia de desnudos.
Los admiradores de la historia sentirán gratitud hacia los oscuros dioses calamar por la notable fidelidad que del Toro demuestra hacia el material fuente.
El director Seagal muestra su habilidad al presentar una de las explosiones de helicóptero más impactantes que hemos presenciado en la pantalla. Su maestría en la acción es evidente en esta secuencia memorable.
Un hábil thriller que explora el vacío moral. Aunque es más cautivador que emocionante, logra provocar sensaciones frías gracias a las actuaciones carismáticas y potentes, a su gran estilo, y a sus giros entretenidos, aunque repulsivos y crueles.
A pesar del interesante debate que plantea en torno a la ética legal y familiar, se trata de una película de terror, y en realidad es bastante efectiva en su género.