Aborda un tema que habitualmente es evitado por el cine estadounidense. Además, brinda a Khan la oportunidad de mostrar su habilidad actoral. Su recorrido de 162 minutos es realmente valioso.
Un entretenido viaje digital a través de la mitología griega, una película perfecta para disfrutar sin complicaciones, que retrocede a las viejas epopeyas fantásticas y avanza hacia un futuro digital, donde la noción de 'inimaginable' parece haber desaparecido.
[Cameron] lleva el cine de ciencia-ficción al siglo XXI con la impresionante obra 'Avatar'. Cada elemento tecnológico en 'Avatar' cumple un rol significativo, respaldando una profunda historia de amor.
La exuberante técnica de la película primero abruma, y luego entierra el relato emocional de Dickens. (...) una gloriosa animación por ordenador y tecnología 3D. A ese nivel, es asombrosa. Pero, a nivel emotivo, es tan fría como el espectro de Marley.
No tiene risas inherentes, por lo que su muy versátil reparto de actrices con talento lucha con fuerza para hacer algo divertido de algo que simplemente no lo es.
Rompe las expectativas a cada momento, evitando ser empalagosa, trillada o didáctica y buscando la profundidad y la complejidad en sus personajes. Coge una historia algo rancia y hace que sea una comedia vibrante.
La película no descubre nada verdaderamente profundo ni marca un punto de inflexión en la carrera de Wong más allá del cambio de lenguaje y de localización. El director busca crear una atmósfera
La audiencia que apreciará esta comedia de amistad con un giro curioso será limitada. Quizá lo que necesita son más personajes y menos atmósfera claustrofóbica.
Honoré selecciona adecuadamente los momentos más emotivos para que los personajes transmitan sus ideas y deseos a través de las canciones. Sin embargo, el resultado no es satisfactorio.