Una conocida historia de derechos civiles, reformulada a través de los ojos de una madre. Un drama conmovedor, con un papel destacado de la actriz Danielle Deadwyler.
Una película marcada más por el sentimentalismo y la idealización de recuerdos que por la realidad. Existen tantas crónicas destacadas sobre esta época que resulta complicado situar a 'Belfast' en el contexto adecuado.
Una historia muy relevante contada con inteligencia, pero con algunos puntos débiles: cosas sin detallar, fanfarronadas retóricas y la tendencia a sobrecargar un relato que ya abarca bastante.
Un retrato habilidoso, muy metanarrativo y en ocasiones demasiado ingenioso de una de las figuras más influyentes y menos comprendidas que jamás ocuparon la vicepresidencia del país.
'Jackie' se queda muy cerca de tratar el 'camp' como un arte mayor. Pero en su valiente rareza, la película logra algo que la Historia no suele hacer: sorprendernos.
Es al mismo tiempo excesiva y escasa. Habría sido una película mejor si se hubiera comprometido del todo con el amaneramiento que prometía el tráiler con música de Blondie.
Surge de las cenizas que dejó esa película absurda y exagerada de 2016, 'X-Men: Apocalypse'. No es que sea nada del otro mundo, pero al menos es mejor que las últimas entregas.
Jolie, que también escribe y dirige, muestra mucho de su piel y la de su elenco, pero no profundiza realmente en el trasfondo de la historia. La miseria no solo aprecia la compañía atractiva, sino que también requiere un centro emocional y un arco narrativo que satisfaga.
La emoción de una historia de perdedores nunca envejece. Es satisfactorio, como suelen ser las mejores películas deportivas: una intensa narrativa de triunfo y adversidad, narrada de manera inteligente.
A menudo se presenta como una hagiografía, aunque también logra ser aguda y comprensiva. La película está diseñada para humanizar la vida de los protagonistas de los tabloides y nos recuerda, una vez más, los orígenes de Jennifer Lopez.
La presencia más importante es la de Ginsburg: trémula y a veces indecisa por la edad, pero sigue siendo un torrente de inteligencia vivaz, pura voluntad y poder.
La creación de Peter Morgan destaca por su cohesión, ya que está elaborada con consistencia y se presenta con una producción rica. Sin embargo, su verdadero punto fuerte sigue siendo el elenco.