Leitch parece saber con precisión lo que debe hacer para que todo funcione sin interferir en el trabajo de sus protagonistas: bromean, luchan, se besan y destrozan todo hasta que el helicóptero les lleva de regreso a casa.
Baker es un cronista que se enfoca en los márgenes de la sociedad. Su forma de abordar estos temas con tanto afecto y sin juicios estrictos es lo que realmente distingue sus películas, aunque esa buena intención no siempre se refleja en un rigor narrativo claro.
Gerard McMurray apenas desarrolla a sus personajes y sus motivaciones, dejando poco espacio para el detalle en el guion. Sin embargo, hay algo impactante en su previsibilidad.
Una sátira boba y escurridiza. No hay mucha química real entre los dos protagonistas ni espacio suficiente para desarrollar a los personajes secundarios.
Absolutamente maravillosa. Nos da la oportunidad de pasar dos horas con Streep y compañía sacando el máximo partido al guion deliciosamente agudo de Deborah Eisenberg.
Parece que el mensaje de 'Second Act' es el siguiente: baila cuando nadie te esté mirando; sueña como si pudieses conseguirlo todo; ve a ver esta película cuando no tengas Roma esperando en la cola de Netflix.
Lo que al principio parece ser solo un servicio para los fanáticos, se revela como una de las mejores y más ingeniosas producciones de Marvel. Es conmovedora, divertida y tiene un toque de devastación.
Su belleza reside en sutiles instantes de observación: escenas íntimas y naturalistas del día a día en una sociedad trabajadora. Farhadi afina cada momento como si fueran gemas, utilizando una cámara sutil que captura cada detalle.
Un drama sublime e inquietante. La película gira en torno a Blanchett, quien ofrece una actuación tan intensa y poderosa que parece más una manifestación completa que una simple interpretación.
Tu disfrute de todo esto dependerá, probablemente de tu voluntad para permitir que las palabras 'comedia' y 'talibán' coexistan durante aproximadamente dos horas.
Los valores de producción son elevados, como es típico de Weinstein Company, y las actuaciones son adecuadas para sostener una primera mitad prometedora. Sin embargo, el guion no logra desarrollarse con fuerza.
Mockingjay se sumerge en una trama oscura y compleja. Más que ser un simple entretenimiento para jóvenes, la película se asemeja a una versión de Juego de Tronos en un contexto de hambre y luchas de poder.
Es la quintaesencia de la típica historia del Viejo Oeste americano que probablemente se describa mejor como 'picaresca'. Resulta difícil de creer que no haya sido creada por los hermanos Coen.
Un thriller distópico que, aunque es visualmente atractivo, carece de sustancia. La trama se siente familiar y predecible, mientras que la narrativa se desarrolla de una manera que es tanto envolvente como típica.