'American Honey' transita por caminos previamente explorados por cineastas como Larry Clark y Gus Van Sant. La película da la impresión de no haber pasado por un exhaustivo proceso de edición, presentándose casi como un primer esbozo de todo el material grabado.
La japonesa Naomi Kawase profundiza en sus ambiciones cósmicas. Los personajes carecen de originalidad y los conceptos filosóficos que expresan parecen sacados de una galleta de la fortuna, lo que resulta en una contradicción cultural.
Los peligros de abordar el tren y los abusos de las autoridades en México, junto con la amenaza de los grupos delincuentes, son temas que 'La jaula de oro' aborda con honestidad. La película evita caer en concesiones melodramáticas y presenta un trabajo formal muy eficiente.
Es la historia más sencilla que ha narrado el cineasta hasta ahora. Afortunadamente, Eimbcke ha dejado atrás el manierismo que se percibía en su anterior obra, 'Lake Tahoe'.
Es mérito de Larraín darle a todo un sentido, ya que aborda un nuevo orden familiar rodeado de diversos números musicales que el cineasta captura con destreza.
A pesar de algunos momentos líricos logrados, se percibe cierta impericia narrativa en Sissako, quien no ha logrado fusionar sus diversas anécdotas en un único y poderoso discurso.
Amor, humor, melancolía, buenos sentimientos, crítica política y música se combinan en un único producto que dura 81 minutos. ¿Qué más se puede desear? Sin duda, merecería la Palma de Oro.
Demasiado oscura para los actuales estándares complacientes de Hollywood. Esta película impacta y perturba. Y eso, en general, no es del agrado de los grandes públicos.
El realizador insiste en ciertos temas a lo largo de la película, lo que la vuelve algo repetitiva. Sin embargo, es importante destacar las cualidades de Chika-Ura, que reflejan el potencial de una carrera prometedora.
Sauvaire exagera las connotaciones católicas del asunto y vuelve algo obvio el dilema de su protagonista. Sin embargo, 'Black Flies' sostiene su interés.
Los Dardenne nunca tocan una nota falsa o sentimental. En menos de hora y media de metraje, los cineastas belgas demuestran no necesitar la paja empleada por varios de sus colegas para podernos conmover.