Un excelente thriller que presenta una sorprendente dosis de maldad y algunos giros ingeniosos que podrían sorprender incluso a los más conocedores del género.
Tran intercala hábilmente las escenas de lucha, filmadas con fluidez y de manera efectiva por los actores principales, con diálogos banales y charlas masculinas.
El guión redactado por el exagente de la DEA Don Ferrarone presenta una calidad aceptable, sin embargo, las actuaciones poco claras y la deficiente calidad de sonido dificultan la comprensión de los diálogos. Además, un montaje descuidado perjudica el desarrollo de la historia.
Rebosa inquietud y se te queda en la cabeza, sin embargo, intenta abarcar más de lo que realmente puede, lo que resulta en una narrativa que se vuelve indigesta.
Magníficas interpretaciones y perspicacia. Un ejemplo perfecto de cómo una historia se vuelve paradójicamente más universal al abordar personas y lugares específicos.
Un guion agudo, una dirección sólida y un reparto capaz le da a esta historia de clásica pareja desparejada un giro de ciencia-ficción satisfactorio y divertido.
Esta obra, visualmente espléndida, es lo suficientemente impresionante como para albergar la esperanza de que Netflix no renuncie por completo a los dibujos animados.
El último giro resulta algo abrupto, ya que elimina el impacto del giro anterior. Sin embargo, si se logra pasar por alto este detalle, se convierte en un entretenimiento 'pulp' ágil y bien realizado por Vuorensola.
Es una extravagante fusión de elementos, combinando el clásico del cine mudo 'Metropolis', la danza de antaño y el vibrante espectáculo de 'Lazy Town'. A pesar de su rareza, logra mantener al espectador interesado y resulta, en general, muy entretenida.
Aunque la película resulta entretenida de forma grosera y provocadora, su desarrollo tiende a volverse monótono, ya que las canciones exhiben ritmos similares y el nivel de histeria que presenta se mantiene constante.
Un desastre encantador, como en gran medida, la propia serie esta refrescante explosión de chistes obscenos y publicidad encubierta de Bollinger debería elevar los espíritus en la Gran Bretaña post-Brexit.
La película avanza de manera fluida, al igual que muchas comedias británicas. Su humor se fundamenta en la vergüenza ajena, la ironía sutil y un ritmo cómico bien trabajado.