Tate representa tanto un síntoma como una causa de una época que ignora las inquietudes de las mujeres, retirando las protecciones hacia ellas, eliminando sus derechos y despenalizando de manera informal la violación.
Sincera y sin tapujos, la película logra capturar la esencia de las emociones humanas de manera profunda. Los personajes están bien construidos y sus interacciones son creíbles, lo que hace que el espectador se sienta involucrado en la historia. Sin duda, una obra que invita a la reflexión.
Una acumulación de detalles devastadores que impactan profundamente al espectador. La trama se desarrolla de manera intensa, dejando una huella emocional que persiste mucho después de haber visto la película. Cada elemento parece estar diseñado para amplificar la tensión y el drama, creando una experiencia conmovedora.
Tanto Winslet como su hija en la vida real, Mia Threapleton, están brillantes en esta película de Savage, cuya historia sobre un cisma familiar está llena de belleza malevolente.
El ingenioso spin-off de la 'Addams Family' de Tim Burton es perfecto. Es espeluznante, está llena de encanto y tiene una protagonista que está más que a la altura de Christina Ricci.
Es basura. Mejor todavía, es basura de la buena. No merece un solo premio, salvo que alguien cree una categoría para El Entretenimiento Más Absurdamente Entretenido.
Es 'Lost' para adolescentes. Es 'Lord of the Flies' con chicas. Es 'The Breakfast Club' con un giro apocalíptico. Es una serie que se llama 'The Wilds' y toda resistencia es fútil.
[Crítica 4ª temporada]: una larga lista de frustraciones. Los adolescentes carismáticos que conocimos y apreciamos han evolucionado hacia personajes aburridos.
Tiene un aspecto tan espectacular como esperas. Solo puedes quedarte atónito ante la precisión de la naturaleza y de las personas que han dedicado su vida a capturar sus maravillas.
Tiene suficientes elementos en común con 'Game of Thrones' para ocupar el lugar que dejó esa obra maestra en el corazón de la audiencia y en sus listas de películas.
Disfrutar de momentos con Naomi Campbell y su equipo resulta sumamente entretenido, casi en exceso. Se convierte en un cautivador festival de nostalgia.
