En su simplicidad, en ocasiones, impacta. La película logra crear algunas de las imágenes más sorprendentemente placenteras del cine catastrófico reciente.
No hay sorpresas. Si uno sabe a lo que se enfrenta, es imposible no disfrutar. Se presenta como si ninguna de sus predecesoras hubiera existido, y eso no es correcto.
Mejor Torrente imposible. (...) es sencillamente irresistible; perfecta en su imperfección; un contrasentido pensado y maquinado para disfrutar a oscuras. Es cine.
Particular, almodovariana a su modo y muy cinéfaga visión de las identidades rotas. La secuencia de la persecución se antoja sencillamente memorable. Una directora en pleno dominio de su voz.
Un explosivo y muy gráfico documental de HBO, donde hay imágenes que son difíciles de olvidar. De hecho, permanecen en la mente. Lo esencial es la total eliminación de cualquier duda razonable.
Lo relevante, como casi siempre, es el punto de vista y el de Ozon es básicamente el más plano, mortecino y triste de todos los posibles. (...) un completo desvarío
Es una celebración auténtica para aquellos que están comprometidos con esta divertida propuesta, que resulta también protocolariamente mimética. La película avanza con rapidez, es amena y guarda una sorpresa al final. No podemos pasar por alto que Tina Fey continúa siendo la colosal Tina Fey.
Melodrama sin alma o testimonio sin argumento, la película se limita a presentar lo que existe. Infectada de pura realidad y buena voluntad, todo parece falso.
Cálida, triste y resplandeciente. Intensa, emocional y profundamente ética. Eso y nada más es 'Armageddon Time', la crónica del momento exacto en que un cierto mundo llegó a su fin y del que surgió el que ahora pisamos.
La explosión de libertad sin reglas, géneros ni banderas que intenta ser y lo logra. Hay películas que trascienden la pantalla. 'Rainbow' es una de ellas, y su esencia no se observa, se baila.
Clara Roquet sorprende con una brillante y dolida lectura de la condición del privilegio. Es en su capacidad para presentarse de manera auténtica y sin artificios donde destaca notablemente. Un deslumbrante debut.
Un cine elíptico y rocoso que navega entre climas, sensaciones y estados de ánimo. Funciona con una claridad inusual en cada una de las sombras que presenta.
Para el final, la emoción. 'Educación' no es la pieza más pulida, pero sí la más tumultuosa y voraz, quizás imprescindible. Más que brillante, el cierre de 'Small Axe' se acerca a una de las perfecciones más imperfectas y gloriosas.