Uno de los placeres de esta aventura alocada es que la historia se mantiene sólida gracias a los momentos en los que los cuatro viajeros espaciales discuten sobre temas absurdos.
La película es económica y sólida. El Sr. Eastwood demuestra ser excelente en su labor, aportando a la película una tensión notable y un tono autobiográfico.
Puede que ver a Jessica Biel moviendo su trasero con Corea del Norte como telón de fondo no sea la imagen más ridícula de esta temporada, pero está muy cerca.
Un drama de época conmovedor. Meise y Reider evitan caer en discursos pomposos o exagerados; no hay etiquetas llenas de historias enciclopédicas ni banderas triunfantes.
Está muy bien ejecutada y técnicamente es impecable, con planos precisos de Edward Lachman que abstraen y deshumanizan lo urbano. La película cae en la banalidad.
Los personajes están poco desarrollados y los intentos de Hood de generar suspense fracasan. Sin embargo, Fiennes logra atrapar al espectador con su actuación, elevando la película y el rendimiento del resto de los actores.
Aunque 'Concussion' presenta aspectos notables, especialmente en la parte científica y en la actuación de Will Smith, le falta el impulso cinematográfico emocionante y comprometido necesario para alcanzar la grandeza que su controvertida temática podría ofrecer.
La genialidad de '12 años de esclavitud' reside en su insistencia en la maldad banal, y en el terror, que se filtraba en las almas, ataba los cuerpos y cosechaba un duradero y terrible precio.
El tejido de lo personal y lo político demuestra ser tan irresistible como conmovedor, en parte porque ha sido elaborado a partir de una vida extraordinaria.
Usando la luz de una estrella para iluminar hechos horribles, la película presenta un estilo efectivo que es tan perturbador como pulido. Además, se destaca como un sorprendente e insistentemente político trabajo de arte comercial.
Una de las sorpresas agradables es que Morricone resulta ser un encanto total, un showman discreto con una mirada recatada que trabaja como una vampiresa y una sonrisa pícara que salpica sistemáticamente cada una de sus anécdotas.
Louis es un personaje divertido y complejo, y aunque la película podría haber ampliado sus horizontes, Cumberbatch aporta a este retrato expresionista de manera excepcional.
Reforzada por sus dos excelentes protagonistas, la película es simpática y poco sensiblera. Pocas actrices transitan el espacio entre lo encantador y lo monstruoso con tanta brillantez como Dern.