Sólida y emocionante secuela de la serie original, aunque no carece de algunas disparidades tonales. Es más incisiva y resuelta, desplegando los acontecimientos de una manera más convencional.
Se presenta como un estudio que, en ciertos momentos, hace alusión a Godzilla, pero parece carecer de una dirección clara sobre cómo abordar al personaje.
En un solo episodio, consigue lo que a menudo no se ha logrado en temporadas enteras de la serie principal: introduce y profundiza en los personajes de manera auténtica.
La actuación de Stana Katic brilla con intensidad. El diseño de la serie muestra cómo nuestros héroes cometen errores repetidamente, y es al final del juego cuando todo queda al descubierto.