Es una tarea complicada revitalizar una historia tan clásica y repetidamente interpretada, sin embargo, Wilde logra aportar frescura gracias a su atención meticulosa a los detalles y su dirección magistral. Rara vez una historia de época se presenta de manera tan encantadora.
A primera vista, parece que será una comedia bastante divertida. No obstante, al ver los tres primeros episodios, se hace evidente que Hernández y Lazarte no tienen del todo claro cómo abordar este asunto.
Gracias a la destacada actuación de Mary Elizabeth Winstead, la película logra acercarse a ser efectiva. Sin embargo, se siente como otro producto estandarizado de Netflix.
Una película que puede desgastar emocionalmente por la hostilidad que hay entre los dos personajes, pero que acaba siendo cautivadora gracias a las interpretaciones.
Demuestra el valor de utilizar la fórmula como un trampolín para algo mejor. Prince-Blythewood coloca a sus personajes en el centro, priorizando su desarrollo sobre una simple colección de escenas de acción.
Una maravillosa y desaliñada historia de iniciación. El tono se adapta perfectamente al protagonista y la película mantiene la intensidad dramática a lo largo de toda la trama.