Los fans de las innovaciones en el formato disfrutarán la serie en sus inicios. Sin embargo, con el tiempo, la falta de una trama sólida y de variedad visual elimina la sensación de originalidad.
Una película interesante que, a pesar de su potencial, presenta una gran cantidad de personajes e ideas que no se desarrollan adecuadamente. Esto puede dejarte reflexionando sobre lo que pudo haber sido.
Es tan absorbente, reflexiva, sincera, profunda, esperanzadora y valiosa como sus mejores obras. Si realmente se trata de la despedida de Loach, es una gran nota con la que despedirse.
Un proyecto así suele alejar más que atraer. Los momentos más destacados del documental ocurren cuando se transforma en una auténtica lección de historia.
Es una de las películas mejor dirigidas de Ritchie y una de las más sorprendentes en términos de estilo y tono. Más que en cualquier otra película del director, aquí sientes la presencia del mal.
El piloto de 'La bella y la bestia' es sorprendentemente competente y, aunque a veces muestra cierta torpeza, logra capturar el espíritu de su historia. Su estilo sincero podría hacer de esta serie un clásico de culto, siempre menospreciado pero con un público fiel que la adora.
Un guion rico que ha sido reinventado con maestría para la pantalla, demostrando que series de esta índole no sólo pueden seguir haciéndose, sino que pueden alcanzar la grandeza.
No es que sea aburrida, pero tampoco logra captar el interés en ningún momento. Al igual que otras películas, resulta ser un constante ruido, tan emocionante como observar a alguien jugar a un videojuego.
Es entretenido observar cómo aborda este proyecto como un regreso a sus raíces de los años 80. Transmite la impresión de estar disfrutando de una experiencia monumental y divertida creada por personas, no por programas.
Esta secuela se presenta como un impresionante despliegue visual, diseñado con la estética de un video de heavy metal. Su propósito no es desafiar las normas, sino provocar reacciones extremas en el público, llevando a que se sientan incómodos y expongan sus emociones.
Filmada de manera inteligente y editada con gran energía, la película resulta generalmente impactante, aunque en ocasiones carece de relevancia. Es, sin duda, una auténtica obra del género gánster.
Afortunadamente, Hagman y Duffy continúan presentes, y su participación mantiene el interés en este nuevo 'Dallas', que en general resulta ser bastante insatisfactorio.