Es sensible, inteligente y dulce, presentada con una gran integridad en su dirección. Sin embargo, transmite una sensación de irregularidad, como una zapatilla de deporte que, aunque se ajusta bien, no tiene los cordones atados.
Entre las películas de Disney inspiradas en sus atracciones, esta entrega se destaca como una opción entretenida, aunque no logra alcanzar el nivel de satisfacción de la primera 'Piratas del Caribe'.
Es más bien un dato curioso y un apunte al margen de una trayectoria, en lugar de ser una obra relevante y autónoma en el cine, lo que resulta decepcionante.
Es alternadamente brillante y amateur; en su mejor momento, ofrece una magistral interpretación, mientras que en su peor faceta se convierte en un desliz con una trama que parece extraída de las noticias.
Se disuelve en tu cabeza mientras la estás viendo. Esto ya lo has visto antes. Y ese 'esto' que has visto antes es la versión más convencional de sí mismo.
Hay una narrativa rica en este film. Se explora un mundo completo y visible. La injusticia que sufrieron los Sungs es impactante, pero la película resalta lo positivo en medio de la adversidad. Es una experiencia que todos deberían disfrutar.
Si tienes la mentalidad adecuada, esta película podría sorprenderte y terminar gustándote más de lo que imaginabas. Inclusive podrías encontrarte deseando que fuera aún mejor.