Es una de las películas mejor dirigidas de Ritchie y una de las más sorprendentes en términos de estilo y tono. Más que en cualquier otra película del director, aquí sientes la presencia del mal.
El piloto de 'La bella y la bestia' es sorprendentemente competente y, aunque a veces muestra cierta torpeza, logra capturar el espíritu de su historia. Su estilo sincero podría hacer de esta serie un clásico de culto, siempre menospreciado pero con un público fiel que la adora.
Un guion rico que ha sido reinventado con maestría para la pantalla, demostrando que series de esta índole no sólo pueden seguir haciéndose, sino que pueden alcanzar la grandeza.
No es que sea aburrida, pero tampoco logra captar el interés en ningún momento. Al igual que otras películas, resulta ser un constante ruido, tan emocionante como observar a alguien jugar a un videojuego.
Esta secuela se presenta como un impresionante despliegue visual, diseñado con la estética de un video de heavy metal. Su propósito no es desafiar las normas, sino provocar reacciones extremas en el público, llevando a que se sientan incómodos y expongan sus emociones.
Filmada de manera inteligente y editada con gran energía, la película resulta generalmente impactante, aunque en ocasiones carece de relevancia. Es, sin duda, una auténtica obra del género gánster.
Afortunadamente, Hagman y Duffy continúan presentes, y su participación mantiene el interés en este nuevo 'Dallas', que en general resulta ser bastante insatisfactorio.
Es una reunión agradable, ingeniosa y, a veces, inspirada con viejos amigos que estaban a punto de agotar su bienvenida, cuando de repente te recordaron todas las razones por las que los amabas en primer lugar.
No es tan mala como para perder toda esperanza, algunas de las imágenes e interpretaciones son memorables. Pero por ahora la pongo en la colmuna de 'espera y ya veremos', sin entusiasmo.
La película es muy tensa y nerviosa en las escenas de Nueva York, pero cuando la acción se traslada a las playas de Venecia, el ritmo se hace más pausado y adecuado.
A pesar de algunos tropiezos, la película ofrece una experiencia más profunda de lo que se podría anticipar con solo leer su sinopsis en el menú de streaming.