Un espectáculo grandioso que parece estar elaborado específicamente para los aficionados del terror, y uno que no se molesta con pretensiones, que se centra en lo que realmente importa: dar miedo.
Las escenas con dinosaurios atacando y generando miedo pueden resultar algo intensas para los espectadores más jóvenes. Es una serie vibrante que no escatima en diversión y que también cuenta con una notable complejidad emocional.
No es un concepto muy original, pero su moderna puesta en escena, junto al trabajo de Niane y a la dirección de Abbou, hacen que transmita la impresión de ser un producto relevante.
El uso que hace el director de las imágenes resulta efectivo, al igual que su capacidad para intensificar el terror, llevando a un final satisfactorio que perdura en la memoria.
En su vertiente más depravada y sádica, el terror logra que los espectadores se sientan incómodos. 'The Devils' lleva ese concepto a un nuevo nivel gracias a mezclar un estilo visual de pesadilla y acontecimientos históricos.
Hay suficiente encanto y perspicacia para atraer a quienes han leído algo de King, aunque los seguidores más fervientes podrían sentirse insatisfechos.
Este es, ante todo, el espectáculo de Elisabeth Moss. Su interpretación refleja una inteligencia aguda y una libertad que desafía las convenciones sociales. Con un ingenio afilado, entrega una actuación que deja huella.
Un retrato auténtico y con capas de la identidad y la disforia, envuelto en nostalgia de los 90 e imágenes surrealistas que se incrustan profundamente en tu psique.
El arte y la narrativa chocan de una manera impresionante y repulsiva. El impactante debut de Morgan expone las heridas de un artista turbulento, presentando una inquietante y poderosa fusión de medios.
Para aquellos que adoren los thrillers cerebrales con un poco de gore envueltos en un estimulante paquete de ciencia ficción, es un visionado obligatorio.
La mejor película de las hermanas Soska hasta la fecha. Han puesto todo su corazón en este homenaje a Canadá y a Cronenberg, aportando su propia perspectiva en el argumento.
Toma algunas decisiones desastrosas con respecto a sus personajes y tarda en arrancar. Pero desde el punto de vista del entretenimiento puro y duro, repleto de efectos especiales, tiene muchos aspectos que valen la pena.
Una experiencia sensorial conmovedora y envolvente, pero incoherente y pausada. Hay suficiente mérito artístico y esplendor para impresionar a aquellos con gustos más vanguardistas y atrevidos.
Tarda en entrar en calor, pero la segunda mitad trae la diversión del terror. Es tonta, extravagante y creativa, con una encantadora pareja de protagonistas. Es para jóvenes y jóvenes de corazón.
No reinventa la rueda, pero ofrece mucho entretenimiento visceral. El terror de Indonesia está en su mejor momento y Stamboel hace que te entren ganas de ver más.