Es posible que no la recuerdes mucho después de verla, pero durante su duración, se muestra como una aventura verdaderamente divertida. Ofrece un escapismo desenfadado que se disfruta mejor junto a una pizza, una cerveza y, si acaso, algo de compañía virtual.
Mejora sustancialmente las secuencias de acción y ofrece más violencia y un ritmo más llevadero, por lo que se podría decir que es incluso mejor que la primera parte.
No presenta elementos innovadores dentro del género de slasher, sino que se enfoca en proporcionar un entretenimiento típico de serie B con efectos especiales, lo que resulta ser una cualidad más que un inconveniente.
Anwar no se restringe a repetir las tácticas de su película anterior, sino que explora al máximo los nuevos entornos y añade influencias inesperadas a la narrativa.
Demuestra la habilidad de Anderson para tomar una historia típica y convertirla en un thriller absorbente e imparable. Sin embargo, emplea un estilo narrativo que ya hemos visto muchas veces en el pasado.
Es una obra que parece un cortometraje alargado, carente de sustancia y con una premisa que, aunque potencialmente intrigante, se desdibuja entre elementos que no logran captar la atención.
Una irreverente película de monstruos de los 80 que combina criaturas de goma con una banda sonora pegajosa, destacando la participación de bandas reconocidas como Lizzy Borden, Hallow's Eve y King Kobra.
Ellis ofrece ideas interesantes y provocativas, pero se encuentran en un filme que no destaca. Aunque el gore está bien logrado, las escenas de este tipo son escasas.
Puede que funcione como un slasher adolescente para quienes no están familiarizados con el género, pero Netflix ha lanzado tres slashers este verano que tienen mucho más carácter.
Una película de casas encantadas que se aleja de lo habitual. Examina la paranoia y la tensión de manera profunda. Es asombroso que se produjera para televisión, lo que contribuye a que no haya recibido la atención que merece.
Un bombardeo imparable de sustos y de momentos súper espeluznantes que son el equivalente de adentrarse en una casa del terror. Es atrevida, divertida y muy emocionante.
Lanza todo lo que puede a la pantalla a ver si algo funciona. El resultado es una experiencia rara y deslavazada llena de grandes imágenes pero con una historia y un mensaje confusos.
Con una narrativa vibrante y un tono divertido, 'The Monkey' presenta una interpretación única de Stephen King. Es una alocada experiencia a medianoche que mantiene al espectador cautivado.
Como thriller, 'Just a Breath Away' logra captar la atención con su tensión y giros intrigantes. Sin embargo, la falta de desarrollo en los personajes limita su profundidad y conexión emocional con el público.