Ferrell y Galifianakis compiten para ofrecer diversión en una sátira política frágil que frecuentemente confunde lo ofensivo con la inteligencia humorística.
Agradará a los fans de la saga gracias a las sólidas actuaciones de Michael Sheen y Bill Nighy y a la dirección pulcra y decidida de Patrick Tatopoulos.
Lo que ocurre en Bangkok no es tan cautivador como los eventos que tuvieron lugar en Las Vegas, sin embargo, sigue siendo una experiencia que vale la pena vivir.
Una película que carece de originalidad y parece haber sido hecha sin atención al detalle, comenzando de manera aburrida y perdiendo impulso casi de inmediato.
Presenta un capítulo inédito y revitalizante dentro del género de películas deportivas inspiradoras, narrando de forma conmovedora la historia de Claressa Shields.