Es fácil admirarla y apreciar la originalidad de su concepto, la habilidad de los actores y la inteligencia como director de Keith Gordon. Pero adorarla requiere un acto de voluntad.
Es una película que te enfadará. Está diseñada para hacer que te indignes y no hace nada para suavizar el golpe (...) 'Detroit' es dura, pero vale la pena, cada minuto de ella.
Nunca despega, pero nunca se derrumba. A ratos, se vuelve frustrante; por ejemplo, persiguiendo pistas durante media hora que no llevan a ninguna parte.
Construye gradualmente su camino, con discreta inteligencia y aparente convicción, hasta que no hay vuelta atrás. Una hora dentro y ya estamos en ese submarino.
Las interpretaciones, la ambientación y la sensación de pertenencia a una época hacen de 'In the Land of Saints and Sinners' algo más que la típica película de acción y suspense, aunque también lo sea.
Un biopic al estilo Hollywood, intenso y ostentoso, que ofrece verdades a medias, pero resulta inspirador casi a pesar de sí mismo. En el escenario, Malek logra hacerte creer que es Freddie Mercury.