Desmadrada sátira de la ambición, a la par que un divertido acercamiento a la estupidez humana (...) la parte final se desliza por los terrenos de lo previsible, pero el filme resulta de lo más divertido.
La inteligencia y el talento de Polanski le permiten entregar en esta obra maestra dos películas en una. Y es que este complejo filme, que viaja a medio camino entre la parodia y el homenaje, juega con los códigos de la comedia y el cine de terror y los entremezcla huyendo de la broma fácil y chabacana gracias a una trama absorbente, enloquecida.
Excelente, los personajes revelan sus miserias y ambiciones. Fingen y sienten, hablan y callan, se aman y se odian ante la mirada atónita del espectador. Cuando parece que se está disfrutando de situaciones cómicas, se descubre cómo, casi sin querer, se congela la sonrisa. Magnífica.
Comedia agridulce y en ocasiones cruel, donde Risi presenta un agudo retrato de los personajes, apoyado por el siempre sobresaliente Tognazzi. Aunque el desarrollo de la acción no sorprende, el cineasta imbuye la narrativa de pasión, la aproxima al melodrama y le otorga una inusual belleza intimista.
Comedieta de ambientes universitarios repleta de jovenzuelos, todos ellos de encefalograma plano, que transcurre en una fiesta interminable. Un horror.
Little Nicky ofrece buenas dosis de humor negro, de acidez y de espíritu políticamente incorrecto. Está lejos de ser una buena película, pero resulta toda una estimulante rareza en el adocenado panorama de la comedia estadounidense.
Comedia agradable, divertida y, en alguna secuencia, brillante, que satiriza la guerra de sexos y crea unos personajes cercanos y creíbles, algo difícil de encontrar en los años noventa.
Drama intimista y profundo en el que el autor presenta un detallado retrato de personajes en ruinas, prisioneros de sus recuerdos y las inquietudes que les genera un presente incierto.