Una copia reverente. Contiene tantos homenajes a 'La guerra de las galaxias' (1977) –¿robos?– que sería fácil considerarla un 'remake' más que una secuela.
Wenders decepciona con un dramón en 3D; los diálogos que asigna a sus personajes resultan risibles, las situaciones se repiten de forma tediosa y, sobre todo, todas las escenas están saturadas de pausas y tiempos muertos.
Jackson llega al final de un épico viaje, tan irregular como la topografía de la Tierra Media. Una falta completa de reparos a la hora de estirarla para maximizar beneficios.
Una adaptación colosal, para bien o para mal, es a la vez una reverencia y un travestismo. Sacrifica la profundidad en favor de un espectáculo excesivo. A Jay Gatsby le hubiera encantado.
La mejor entrega de la saga. Tony Stark, en esta tercera parte, se presenta completamente transformado, pasando de ser una simple figura de acción a un personaje de carne y hueso, repleto de carga emocional.
Historia sobre la necesidad de creer en un poder más elevado, 'La vida de Pi' restaura por encima de todo nuestra creencia en el poder de la fantasía cinematográfica.
Bridges se ha convertido en Obi Wan Lebowski. Es como una versión prolongada de una de esas publicidades de videojuegos. Cada frase resulta predecible o, por el contrario, completamente incomprensible.
El fallo más grande radica en su incapacidad para armonizar el tono grave y el mensaje sermoneador con la narrativa desenfadada. Además, el diseño de los animales protagonistas resulta poco original.
Mediocre slasher en la línea de los que se hacían en los años 80, aderezado de ciertas dosis de trasnochado torture porn y filmado en 3D para distraer la atención de la ineptitud dramática.
Antes del nacimiento de Pixar, 'La bella y la bestia' era considerada la mejor película de animación de la historia. Destaca por su combinación de romance, música, fantasía y humor, así como por varios números de canto y danza que son realmente espectaculares.
Tiene sentido que ‘Nina’ evoque repetidamente el cine de Hitchcock y el de Almodóvar, al tiempo que utiliza elementos narrativos arquetípicos del western.
La película aborda temas contemporáneos sobre el abuso y la corrupción moral, pero, sorprendentemente, Lafosse los trata con indecisión y una falta de sutileza poco habitual en su filmografía. Devos brinda una interpretación impresionante.
Si la polémica sobre el rodaje no existiera, seguramente sería vista de manera más generalizada e indiscutible como una de las mejores obras de su director. Se trata de una pieza perturbadora, aterradora y trágica.
La película no logra decidir si quiere ser una obra de acción o si busca abordar temas complejos como la esclavitud, el colonialismo y el abuso sexual con una cierta profundidad.
Attal toma varias decisiones discutibles, siendo la torpeza más evidente su falta de sutileza. La película resulta excesivamente calculada y didáctica, lo que impide que adquiera la complejidad dramática que su tema central requiere.
Con una mirada serena y naturalista, y sin caer en tremendismos, va tejiendo el retrato de una comunidad femenina construida a través de susurros, rindiendo un homenaje sutilmente conmovedor a la solidaridad y la sororidad.
Película intensa que aborda un tema que debería indignarnos a todos. Sin embargo, mientras lo analiza, Fennell no deja claro si su protagonista es una heroína con causas justificadas o una psicópata.
Mostrando en todo momento la sutileza de un martillazo en la cara, ''Revenge'' equilibra a la perfección lo terrorífico con lo caricaturesco, ofreciendo así una experiencia completamente absorbente.