La directora compensa la falta de sutileza al abordar los peligros del dogmatismo religioso y la explotación femenina mediante una sofisticación visual.
No necesita más que una sucesión de silencios y miradas huidizas para sugerir emociones profundas, funcionando como un tenso 'thriller' sin recurrir a trucos narrativos.
Permanece cómodamente instalada en la convención y la obviedad, como demuestran su abuso de los clichés y el didactismo de sus diálogos. Es, asimismo, una película empeñada en resultar agradable.
Muchos de los gags son francamente graciosos. Pero es una lástima que en ningún momento se nos dé la oportunidad de llegar a conocer al trío ni de comprender cómo se sienten mientras nos reímos a su costa.
Apunta mensajes sobre la diversidad y la importancia de apreciar la belleza interior, pero prefiere acumular montajes sentimentales a ritmo de canciones pop.
El director utiliza una serie de canciones para conducir la historia de 'Sing Street' hacia un destino predecible. Como resultado, el ritmo se vuelve algo repetitivo, aunque sigue siendo muy pegajoso.
En lugar de centrar su trama en el canibalismo, 'Crudo' podría haber abordado temáticas como la anorexia o la drogadicción. Sin embargo, de haberse enfocado en esos temas, no habría sido tan impactante.
Resulta intrépida. Senez no necesita recurrir a juicios de valor ni caer en sentimentalismos para capturar las complejas emociones que afectan a sus protagonistas.
Algo así como una variación de 'Drive' hecha al estilo de Russ Meyer, no presenta elementos realmente escandalosos. En su esencia, se trata de un cuento de hadas con tintes oscuros.
El título que mejor amalgama el lenguaje cinematográfico con el de los videojuegos no se limita a sumergirnos en el mundo del juego, sino que lo recicla ofreciéndonos una perspectiva sincera y desarmante.
La película es tan insípida que hace que 'Querido John', otra decepcionante adaptación de Sparks, se sienta como 'Nueve semanas y media' en comparación.
Una comedia dirigida a adolescentes que va más allá de su propósito inicial. Se presenta como un retrato social que recuerda a los contenidos de las revistas femeninas.
Su tendencia a la sensiblería se interpone. Koreeda no duda en recurrir a toscos trucos narrativos para despertar nuestra simpatía por unos personajes que claramente son gentuza.
Es la película más audaz e inclasificable de uno de los cineastas más audaces e inclasificables en activo (...) una obra llena de amor y de odio, agresiva y muy dulce, poética y macarra y también grotesca y preciosa a la vez. Una maravilla
Es más efectiva al adoptar un enfoque documental para explorar los temas legales y psicológicos vinculados al sistema social francés, en lugar de recurrir excesivamente a momentos emotivos.