A diferencia de lo que ocurría en The Hangover, este filme carece de frescura y del aire de originalidad que permitía que situaciones ya vistas parecieran, de alguna manera, renovadas.
La falta de explicación sobre el origen del don de la niña, junto con la apariencia de la villana, que evoca una mezcla entre Cruella de Ville y una practicante del sadomasoquismo, convierten lo que podría haber sido una divertida aventura infantil en una película mucho menos recomendable.
Jessica Brown Findlay es lo más destacado de la película. Logra que, al menos por un tiempo, 'Un cuento de invierno' tenga coherencia y emocione con una historia de amor marcada por el destino, algunos milagros y la batalla entre el bien y el mal.
Sin forzar situaciones para acelerar el ritmo del film, el director, fiel a su admirable estilo, se toma el tiempo para desarrollar cada una de las aristas del personaje.
Una biografía sin demasiada vida, la construcción narrativa del personaje recorre todos los estereotipos posibles y ni siquiera el considerable carisma de Ewan McGregor logra despertar interés en la historia del diseñador.
Contradictoria en su mensaje sobre las mujeres en posiciones de poder y superficial al abordar las posturas conservadoras de la primera ministra, la película presenta un valor inestimable que, en ciertos momentos, logra equilibrar su desarrollo inconsistente.
Si bien cumple su objetivo, es evidente que su intento de resaltar lo absurdo de la trama se siente más como una colección de sketches que como una película coherente. A pesar de esto, el elenco logra aportar lo mejor de sí con chistes sencillos y se destaca especialmente en los momentos más sutiles.
La quinta entrega de la saga de terror sigue la senda que sus antecesoras y hace honor a su legado con la participación de algunos de sus personajes más memorables.
Craven y Williamson demuestran ser hábiles en su oficio, aunque en ocasiones la fluidez del guionista se vuelve densa al intentar imponer al filme una moraleja que resulta innecesaria.
La actuación de Darín resulta ser solo una sombra de sus papeles en 'Nueve reinas' o 'El aura', donde encarnaba a otros ladrones que, a pesar de decir menos, lograban transmitir mucho más.
'Los posibles' es una experiencia única que celebra la danza teatro original, pero al mismo tiempo se separa de ella para crear un fenómeno artístico que resulta difícil de describir y en ocasiones incómodo de observar.
Una actriz tan inteligente como sensible, en esta oportunidad Gyllenhaal debe arreglárselas con un guión que tiende a colocar a su personaje en situaciones algo forzadas, especialmente en el tramo final de la película.
El entusiasmo estético de Madonna por el pasado le impidió dedicar el tiempo necesario a la creación de un guión que estuviera a la altura de su ambiciosa propuesta.