Su yuxtaposición de lo absurdo y lo absurdamente predecible produce una película que frecuentemente resulta entretenida, aunque no por las razones adecuadas.
Haciendo maravillas con poco presupuesto, Seimetz usa la cámara al hombro y composiciones concisas para crear una atmósfera de intensidad claustrofóbica sazonada con momentos de belleza cruda.
Es terriblemente infantil para una película que trata sobre la renuncia a las emociones fáciles de la juventud por las responsabilidades de la edad adulta.
Aunque fracasa como comedia, funciona como una pequeña pieza de humor negro, gracias, en gran parte, a la casi aterradora convicción y calma sociopática que Wood imprime a su personaje.
Una combinación irresistible de activismo que saca trapos sucios y entretenimiento populista. Morgan Spurlock utiliza humor y verdades como herramientas para el cambio.
La trama carece de coherencia. En general, 'The Faculty' resulta ser un entretenido pastiche ágil y divertido que mezcla ciencia ficción, terror y arquetipos típicos de las películas para adolescentes.