A sus 98 años, Attenborough se mantiene como el referente indiscutible del cine de naturaleza, elevando constantemente las expectativas con esta nueva serie que explora la extraordinaria diversidad de los mamíferos en nuestro planeta.
Aunque decae en su segunda mitad con desvíos innecesarios y un exceso de autocomplacencia, ofrece una perspectiva profunda sobre la lucha de las mujeres por ser escuchadas.
Imaginar que el estilo de sus antecesores podría ser efectivo sin la participación de Reeves resulta ser un error significativo en las decisiones tomadas en esta serie.
Esta segunda parte de la saga elimina o reduce considerablemente varios aspectos que hicieron que la película de del Toro se destacara. En general, no deja ninguna impresión significativa.
Las legiones de seguidores de Chalamet se sorprenderán con su detallada representación de Dylan, mientras que los amantes de la auténtica obra del bardo probablemente se sientan decepcionados por la interpretación superficial y carente de profundidad.
Con una interpretación destacada de Jude Law como un agente del FBI decidido a evitar una tragedia, la película se convierte en una lección histórica que, aunque carece de ritmo vertiginoso, brinda una inquietante reflexión sobre la actualidad.
Las actuaciones son notablemente buenas, pero la película parece estar en conflicto interno, ya que su atractivo visual y su enfoque serio entran en confrontación con elementos más débiles.
La serie psicodélica de Apple TV+ se sumerge aún más en la complejidad de su trama en esta asombrosa segunda temporada. La experiencia promete ser desconcertante y emocionante al mismo tiempo.
Quizá se asemeje más a un recuerdo difuso de las inquietudes infantiles que a una clara representación del crecimiento en un entorno ajeno. Aunque carece de total coherencia, el filme de Psykou destaca por su singularidad.