El trabajo de König es accesible para todos, sin importar su orientación sexual. Sin embargo, el documental de Rosa von Praunheim parece dirigirse específicamente a la comunidad LGBTQ+, dejando de lado a otros posibles seguidores y admiradores de su obra.
La película se pierde con chistes vergonzosos y escenas absurdas. Es doloroso observar a talentosos actores y actrices involucrados en proyectos tan poco dignos.
Convencional en su puesta en escena, el principal problema es su falta de ambición. Aunque la historia fluye con cierto ritmo, en ningún momento logra el dinamismo que sugiere el título.
Hacer esta película no ha debido ser fácil. Verla tampoco, pero eso no significa que obras de este tipo no tengan su lugar. Su producción y contenido pueden ser desafiantes, lo que las convierte en una experiencia significativa para algunos espectadores.