Tiene la ventaja de ser francesa, lo que la engrandece con un buen gusto que hace que lo cotidiano se sienta cercano y reconocible. Sin embargo, las pequeñas tramas entre los personajes no se desarrollan ni de manera satisfactoria ni insatisfactoria.
Compagina bien la serenidad narrativa, la descripción y el estado de ánimo, con el nervio de algunos pasajes y el interior y la caricatura de algunos personajes.
Franco descubre una forma singular y fascinante de expresar su amor por el cine a través de un retrato, tan absurdo como cautivador, de uno de los directores más lamentables que han existido.
Llena de acción, entretenimiento, sentimientos hacia esos benditos seres que nos alimentan y de reflexiones no molestas sobre el mundo que nos espera, en el mejor de los casos.
Una historia alentadora, con personajes realistas y con sutiles pinceladas de feminismo, aunque estos elementos se presentan de manera adecuada y sensible.
Richet no solo arrebata lo romántico del lolitismo de la historia, sino que también elimina el toque de comedia elegante y moral, aunque aún conserva la esencia del enredo.
Un comienzo lleno de rabia, que resulta ser lo más destacado del filme. Gran parte de lo que sigue es predecible, aunque eso no le quita atractivo a la trama. Sin embargo, la actuación de la joven Marilou deja mucho que desear.
De lo mejor que ha ofrecido esta edición de Cannes, presenta una buena historia que combina elementos bélicos y éticos, contando con tres personajes bien desarrollados y una dirección muy cuidadosa.
A Dahan le falta firmeza en el pulso para sostener el equilibrio melodramático de la historia, pero sí maneja adecuadamente el desarrollo del viaje en esta 'road movie'.
El mecanismo argumental es ingenioso. Rodríguez mantiene el pulso insolente y provocador de '7 vírgenes', así como una mirada compasiva hacia sus personajes resecos y agostados.
El director opta por los senderos más evidentes de la narrativa, lo que resulta en elementos impactantes: la trama es excesiva y común, presentando una historia entrañable que se refleja en un espejo distorsionado.
Putas de manual. Aranoa ha escrito buenos diálogos para sus personajes, pero parece distante de ellos, como si los observara desde lejos. Existen escenas que son sorprendentemente complacientes con el tema que se aborda.
Hay algún pequeño desajuste visual o sobreimpresión trampa con el fin de que el discurso narrativo tenga intriga, peligro y sentimiento, pero lo importante es que te deja ver lo que desde tu terraza ni sospechas.
La historia real se presenta de manera suavizada en la película. No se trata de un reproche, ya que esto puede considerarse como parte de la función de una película; sin embargo, al finalizar, uno no se queda con un mal sabor de boca.