Una de las piezas más falsamente banales del cine de este siglo. Con un leopardo, Cary Grant y Katharine Hepburn lograban llegar a conclusiones más complejas y divertidas.
Maravillosamente filmada, narrada e interpretada (también por los actores, pero referido aquí al modo en que el propio Polanski traduce lo que tiene de alegoría), «El oficial y el espía» es cine del grande (...) Puntuación: ★★★★ (sobre 5)
La película se distingue por dos aspectos que revalorizan el término «biopic». Por un lado, la naturalidad con la que la directora conduce la narración. Por otro, la interpretación de Rosamund Pike, quien aporta una gran profundidad al personaje.
Jeunet crea una atmósfera cálida y agradable en los encuentros entre los amantes y su entorno. Aunque no satisface completamente la curiosidad por esa época, presenta o insinúa la fuerza de una mujer.
Se adhieren al viejo cuento connotaciones artísticas, musicales y políticas actuales que producen reflexión y divertimento sin aparente pretensión. Y puede ser vista tan ingenua como maliciosa.
Acoge con diversidad los problemas sociales, raciales, circenses, políticos y vitales de esas vidas tan en contacto con el fulgor del éxito como con la fea realidad de los ambientes y la época.
La ambientación es espléndida y las emociones fluctuantes, a veces desbordadas, añaden un ingrediente esencial a la trama. La pareja principal presenta una perfecta fusión de elegancia, ambigüedad, romanticismo y una sensación de desgarro.
El tono de la película es duro, sincero y emocionante. Presenta un notable nivel de ambientación y sensibilidad, logrando un equilibrio en su perspectiva histórica y en los temas más delicados. Además, ofrece una reflexión valiosa para la actualidad.
Tal vez Colomo podría haber enfatizado más las posibilidades de intriga de la historia, pero ha optado por exhibir su obra en un género diferente, donde la alegría coexiste con las sutiles miserias de los protagonistas.
Entera, grandiosa, descomunal, extravagante, salvaje. Sin duda, un peliculón que merece la pena disfrutar completamente. No, Chazelle no se ha conformado con un ‘buen trabajo’, ha buscado lo sublime.
El guión no logra ese impulso necesario para que «The Immigrant» se convierta en algo más que una buena película. Carece de la emoción, la intensidad y la provocación que habrían elevado su propuesta.
Es la película más luminosa y fascinante de los últimos años. Hay múltiples escenas inolvidables y momentos de cine puro que hacen que 'The Artist' se convierta en una obra maestra que invita a amar el cine. Aunque es muda, es imposible no escuchar su mensaje y un error garrafal sería no verla.
Gran Woody Allen para inaugurar Cannes. una maravillosa carta de amor al presente, al pasado y al futuro. El cuadro completo es maravilloso, pero también algunas de sus pinceladas.
Una película impecable. Lleva impreso su estilo seco, pero también maniqueo hasta casi lo impúdico. Sólida puesta en escena, con intensidad narrativa y un buen gusto general en el aliño.
El ‘whodunit’ mantiene su misterio hasta el final, incluso si ya conoces la historia. A pesar de las controversias, adaptaciones digitales y comparaciones, se puede apreciar por su valor.
Muy bien asistida y ambientada cinematográficamente, es un retrato poderoso. Es una película admirable que logra levantar el ánimo de quienes están desalentados.
Aunque hay momentos y sentimientos que se expresan más de una vez, todos ellos contienen su sentido y su sensibilidad, y están muy bien trabajados en la imagen. En una película tan larga y densa, los mensajes son incontables y de todo tipo.