Una explosión de humor negro. Baumbach ha logrado crear una joya en su elegante y segura adaptación. Se trata de un espectáculo fascinante y estimulante.
Una experiencia audaz y eufórica. La sensibilidad compositiva de McQueen es maravillosa; la época y el lugar se evocan de forma magistral y el romance es delicioso.
Un thriller entretenido y muy agradable. Ruizpalacios abraza la ironía central que envuelve la historia, lo que aporta un nivel adicional de diversión y reflexión.
Es cálida e ingeniosa, con unas interpretaciones fenomenales; el guión de Stephen Beresford es rápido y divertido y tiene una entusiasta banda sonora de Chris Nightingale.
Esta obra presenta una claridad contundente y despojada de ilusiones, complementada por un fascinante sentido del drama. Es indudablemente el trabajo de una directora talentosa.