Cargada de deslumbrante estilo visual a lo 'Star Wars' y algunos de los diálogos más torpes del año, es un paso salvaje a través de incesantes efectos especiales.
En general, la película destaca. Sin embargo, este resplandor es curiosamente frío, un claro ejemplo de cómo los efectos especiales han arruinado la esencia de la Navidad.
La nueva versión de 'The Little Rascals' probablemente no pasará a la historia como una oda a los niños o una delicia cinematográfica para nadie mayor de 7 años.
No llega a ser divertida del todo, pero es una novedad entretenida que coge fuerza por la inteligencia de las caracterizaciones y por la contundencia con la que muestra cómo las celebridades son explotadas.
Es una de esas películas románticas que el espectador sabe que acabará en un feliz besuqueo. Lo que está bien es el torrente de humanidad divertida y desgarradora antes de llegar a lo inevitable.
A pesar de su impresionante calidad y realismo, la película genera en el espectador una insatisfacción que lo deja sintiéndose engañado, ya que carece de un drama que logre conectar realmente.