Tomando como referencias películas como 'Gremlins' o 'The Goonies', este espectáculo mágico resulta ser una experiencia llena de sustos y momentos simpáticos.
Una fusión de ciencia ficción con una trama deficiente y efectos especiales aún peores. Carece de la intensidad necesaria, como un vampiro desprovisto de sangre. En lugar de un análisis, debería recibir una estaca en el corazón. Adiós, criatura.
A pesar de algunos recortes perjudiciales en el guion, la película resulta seductora y emocionante, rebosante de energía visual, provocación intensa y actuaciones memorables.
Una comedia que resulta menos terrible de lo anticipado. Kevin Hart y Dwayne Johnson generan expectativas que no logran cumplir, dejando a la película lejos de ser tan divertida como su talento podría sugerir.
¿A quién le importa el argumento? Son sus escenas de riesgo, su sentido del humor y la dinámica entre Chan y Tucker lo que convierte a 'Rush Hour 2' en una película que agradará al público.
Ver a estas dos estrellas sobreviviendo a un argumento destartalado es muy divertido. Vale la pena esperar hasta el final para ver las escenas postcréditos: son más divertidas que cualquier otra cosa de la película.
Sus fallos no perjudican a lo que es una historia de detectives rabiosamente entretenida, emocionante y provocadora, sobre los crímenes de la cultura corporativa.
Entretenimiento vacío. Si reflexionas sobre por qué invertiste dos horas en ella, pierde su atractivo. Presenta una mediocridad elaborada por especialistas. No se trata de una película, sino de una mera máquina.
El fuerte de este thriller no es su originalidad. Es su estilo; 'Black Rain' es exótica, enérgicamente entretenida con esa cámara de Ridley Scott sumergiéndonos en los rincones oscuros y desconocidos de Osaka.