Heckerling fue más incisiva hace 13 años con un material similar en 'Fast Times at Ridgemont High'. Pero sigue siendo entretenimiento endemoniadamente bueno. Una lunática actualización de 'Emma'.
Nada de lo que los hermanos Hughes han realizado en sus vídeos para Tone Loc, Tupac Shakur y otros se compara con la intensidad controlada y la madurez que presentan en su notable ópera prima.
El espejo de Waters presenta una visión distorsionada del mundo, transformando todo en algo grotesco. Sin embargo, aún podemos reconocernos en él y encontrar motivos para reír.
Masterson y Stoltz demuestran un talento y encanto indiscutibles. 'Wonderful' busca ser un referente en el cine juvenil actual, y logra cumplir con ese objetivo.
Dev Patel no aparece hasta casi pasada una hora en 'Lion', pero cuando lo hace, su interpretación es poderosa y conmovedora, con un fuerte potencial para los Premios Oscar.
Rénier y François brindan interpretaciones profundamente emotivas que mitigan los aspectos más duros de la historia. Estos actores logran un estado de gracia bajo la mirada comprensiva de los hermanos Dardenne.
Una película que aborda los aspectos más destacados de su historia de forma superficial, similar a una entrada de Wikipedia. Esto limita la exploración de los cambios políticos y personales que influyeron en el pensamiento de Mandela.
Grant está sublime. Sin embargo, la película es de McCarthy, quien desvela los secretos de Lee sin recurrir al sentimentalismo superficial de Hollywood.
Moss se convierte en un personaje que hace que Courtney Love parezca la Madre Teresa, reflejando el vital estilo que una vez representó su música. El efecto es devastador.
Creo firmemente en el talento de Paul Thomas Anderson. 'The Master' es una obra feroz y sorprendentemente divertida; se destaca como la mejor película del año y se posiciona como un nuevo clásico americano.
Los dramas de adicciones son tan comunes como los reality shows y muchas veces están al mismo nivel. 'Smashed' se une al bando de los ganadores, gracias sobre todo a una imprescindible e inolvidable interpretación de Mary Elizabeth Winstead.
La directora desperdicia el potencial del reparto, el guion carece de autenticidad y la dirección parece depender de clichés como si fueran innovadores.